VERGONYA----> Nelson Mandela, Unicef i el barça

Ho trobo vergonyós.
Els jugadors del barça tenien l'oportunitat ahir de visitar un dels premis nobel de la Pau, parlo ni més ni menys que Nelson Mandela. Quants jugadors hi van anar? CINC, CINC de.. 30????? Ho trobo realment vergonyós. Uns jugadors i un club que després llueixen a l'uniforme el logotip d'unicef? Au va, aneu a pendre per un lloc que jo sé! Em pregunto què en deu pensar Mandela de tot plegat... son uns fantasmes tots plegats

Aquí us deixo la notícia completa...


Al día siguiente de que Joan Laporta, el presidente del Barça, exigiera un mayor grado de compromiso a los jugadores con la institución, el grueso de la plantilla azulgrana hizo oídos sordos con una general muestra de desinterés por conocer a Nelson Mandela, una personalidad mundial. El expresidente de Suráfrica, de 88 años, había concedido una audiencia al Barça con motivo de la visita del equipo para disputar anoche un encuentro amistoso en Pretoria. El acto despertó poquísimo entusiasmo. Solo asistieron 5 de los 20 futbolistas de la expedición.
Thuram, Belletti, Gio, Iniesta y Oleguer fueron los únicos jugadores que tuvieron la inquietud de conocer a Mandela, el referente indiscutible en la lucha contra el racismo. Fueron los únicos con cierta sensibilidad para atender los requerimientos de Laporta del día anterior, que se quejó de la falta de compromiso, ilusión y profesionalidad de algunos componentes de la plantilla. El dirigente azulgrana aseguró que el club aplicaría "con rigor" el código de conducta interno después de los desmanes que se habían detectado durante la temporada que concluía ayer, con el amistoso ante el Mamelodi Sundowns en el estadio Loftus de Pretoria (1-2).

DOS MOTIVOS
Una de las normas del código establece que la asistencia a los actos del Barça, que trata de posicionarse como referente mundial en causas humanitarias, es "de obligado cumplimiento". La visita a Mandela era uno de los ejes del viaje, aparte del partido. Pero la participación era voluntaria, porque en un principio no estaba confirmada --la foto con el dirigente se había programado el martes-- y el desplazamiento a Casa Mandela, la sede de la fundación del Nobel de la Paz, en Johannesburgo, duraba una hora.
El deseo de conocer a Mandela y la voluntad de no encrespar los ánimos de la directiva eran los únicos motivos que tenían los futbolistas. Al autocar se subieron Thuram, Belletti, Oleguer, Gio e Iniesta. Los otros 15 jugadores, entre ellos los tres capitanes (Puyol, Ronaldinho y Xavi) y los cuatro jóvenes del filial prefirieron quedarse en el hotel. Igual que Frank Rijkaard y Samuel Etoo, que eludió la recepción del líder en la lucha contra el racismo. Al autocar sí subieron el directivo Albert Perrín, que encabezaba la expedición; Txiki Begiristain, el secretario técnico, así como algunos miembros del cuerpo auxiliar y del club.

EL PRIMER FICHAJE
"Usted es el primer fichaje que hemos hecho", dijo Perrín a Mandela, después de disculpar la ausencia de Laporta, que debió quedarse el martes en Barcelona por la apretada agenda que tenía: la rueda de prensa de balance de la temporada, la reunión con la junta directiva y el desplazamiento a Madrid para ver el partido de básquet.
Mandela, de 88 años, recibió una camiseta del Barça con su nombre. No faltaba, obviamente, el nombre del Unicef en el pecho. "Quiero agradecerles el apoyo de su club al Unicef y la asistencia a la cena benéfica", dijo el líder surafricano, aludiendo al banquete del martes por la noche. Nada más aterrizar en Johannesburgo, el Barça al completo acudió a la gala organizada por su fundación, Save the children, cuya recaudación se destina a los niños más necesitados del tercer mundo.

VICTORIA DE DESPEDIDA A
la hora del partido, el Barça no hizo ningún feo a la organización. Rijkaard alineó a un once repleto de titulares: Valdés; Belletti, Thuram, Oleguer, Gio; Xavi, Motta, Deco; Giuly, Etoo y Ronaldinho. Antes de que se cumpliera el minuto y medio de partido, el Mamelodi se adelantó en el marcador aprovechando un error defensivo azulgrana. El Barça no abandonó la pasividad y un cierto punto de desidia hasta entrada la segunda mitad, cuando aparecieron los suplentes. Ezquerro empató y Marc Crosas firmó la victoria que puso el punto final a una mala temporada.